3 formas de alimentarse

Hongos parasitarios y saprofíticos

Los hongos que no pueden formar parte de una asociación simbiótica se alimentan de forma parasitaria o bien saprofítica. Los que viven en la madera en descomposición y en los esperdicios se ocupan de reciclar la materia orgánica muerta, completando así el ciclo del carbono y los nutrientes.

Los hongos pertenecen a un reducido grupo de organismos capaces de descomponer enzimáticamente la lignina y la celulosa, convirtiéndolas en sustancias provechosas para sí mismos y para las demás formas de vida.
Los hongos llevan a cabo más del 90% del trabajo total de descomposición de los residuos orgánicos y un bosque que se viese privado de sus servicios moriría ahogado por sus propios desechos. Algunos hongos parasitarios no provocan la muerte de su huésped, aunque vivan eternamente a sus expensas, pero también existen parásitos oportunistas que se ceban en plantas enfermas o debilitadas hasta su destrucción, a consecuencia de la cual, en algunos casos, siguen viviendo de la misma planta, pero ya convertidos en saprofitas. Los parásitos se alimentan de cualquier parte del árbol o la planta huésped y los hongos saprofíticos pueden alimentarse incluso de materia quemada o momificada y de las partículas semidigeridas del estiércol.

La simbiosis entre los hongos y los árboles es bastante frágil: la contaminación. ambiental y la sequía han causado verdaderos estragos en las micorrizas (y en especial en las de los hongos superiores especializados) durante los últimos años en el Parque donde su número y diversidad se ha visto reducida de forma considerable en los 5 últimos años.